miércoles, 14 de enero de 2009

"Necesitamos árboles artificiales que quiten CO2 de la atmósfera"

Así comienza un curioso artículo del País Digital (adjunto el link al final de este comentario), una entrevista en la que habla uno de los más eminentes científicos dedicados al estudio del cambio climático, William Broecker. Quizás resulte un tanto extraño arrancar un blog dedicado a la innovación con un comentario acerca del cambio climático, aunque si se lee con detenimiento el artículo al que hago referencia se podrá ver que hay un planteamiento que viene como anillo al dedo para hablar de la innovación.

Les remito a otro comentario del señor Broecker: "Por supuesto que necesitamos energía nuclear, solar, del viento y geotérmica. Todas las renovables son necesarias. Pero eso no estabilizará la concentración de CO2. Tenemos que comenzar a buscar formas de quitar el CO2 de la atmósfera". Unas líneas más abajo podemos leer "en mi universidad, Klaus Lackner ha desarrollado ya ese dispositivo metálico que atrapa el CO2. Son mil veces más potentes que los árboles naturales al absorber CO2 y estoy convencido de que en próximas ediciones ganará este premio que hoy me han otorgado a mí."

Aparte de la polémica que pueda o no suscitar el hecho de que crea imprescindible la energía nuclear y de que confíe plenamente en las energías renovables, hoy por hoy no tan eficientes como las tradicionales, Broecker apunta un dato que parece que siempre se nos pasa por alto: por mucho que se trabaje en este tipo de energías limpias, aún queda mucho por eliminar todos los elementos que desprenden CO2 a la atmósfera. Sin ir más lejos, aún quedan coches con motores de combustión interna para rato, por no hablar de la aviación, de las centrales térmicas.

En definitiva, por mucho que se reduzca la producción de CO2, seguiremos produciendo más CO2 del que exhalamos al respirar, es decir, demasiado para que sea absorbido por la naturaleza. La solución clásica, muy querida por una buena parte de la población, es reforestar los campos y parte de las ciudades. Es una buena solución, en principio, puesto que los árboles sólo absorben la cantidad necesaria de CO2 en cuanto alcanzan la madurez, y dependiendo del periodo de crecimiento de éstos, el "sistema" puede empezar a funcionar cuando ya sea demasiado tarde.

Parece, pues, que el problema no tenga solución. Sin embargo, hay quien decide pensar de forma diferente, o aplicando lo que se suele conocer como "pensamiento transversal", y desarrollar otras formas de encontrar la solución. En este caso, produciendo "cacharros" extraños que absorban CO2 de manera incluso más eficiente que los propios árboles. Evidentemente, no es tan ecológico ni tan estético como los árboles... aunque, según cómo se mire, puede ser más ecológico (y estético, habrá que ver cómo son esos dispositivos)

En fin, lo único que pretendía con este comentario es presentar el objetivo que nos hemos planteado una serie de profesionales de la Unidad de Promoción de la Innovación de la Fundación Universitaria de Las Palmas: luchar por cambiar los esquemas mentales y, obviamente, los estratégicos, organizativos, productivos, etc. de la sociedad canaria en general y de empresarios e investigadores en particular.

Como conclusión de este artículo podemos proponer que "siempre hay otra forma mejor de resolver los problemas"

Si quieren revisar el artículo al que hago referencia, aquí tienen el enlace:

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Necesitamos/arboles/artificiales/quiten/CO2/atmosfera/elpepisoc/20090114elpepisoc_8/Tes

Artemis Rivero González
Unidad de Promoción de la Innovación
Asesoramiento a Empresas, técnico en Vigilancia Tecnológica

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